Powered By Blogger

domingo, 30 de octubre de 2011

Aquí en el presente vídeo se pueden observar muchas características del rango de edad del niño que cursa la pre-pubertad de 7 a 11 años, dentro del estadio que describe Piaget "OPERACIONES CONCRETAS" a su vez aparecen ciertos ejercicios donde los niños muestran las características cognitivas principales de esta etapa
Nicolas Hernandez.

domingo, 23 de octubre de 2011

LA PREPUBERTAD SEGUN HEINZ REMPLEIN

La psicología del desarrollo.
(entre 7 y 11 años)
    Remplein plantea que la prepubertad es la edad de la obstinación y del segundo cambio configuracional. Esta etapa se presenta en los hombres como un período unidireccional, en cambio en las mujeres, se destacan 2 subetapas. La primera se caracteriza por rasgos positivos (de la última infancia) y la segunda, por rasgos negativos (acercamiento de la pubertad). En la mujer se produce mutabilidad del actuar, se torna sumisa, inquieta, sensible. Estos aspectos negativos dan nombre a la "fase negativa" Sobre las transformaciones corporales de la pubertad, se producen variaciones que tendrán incidencia en la adquisición de madurez. Se producen las diferencias físicas entre sexos, así como crecimiento en la altura, en el que se pueden obtener hasta 8 o 10 cm. por año. Este crecimiento conlleva una disarmonía pubescente, debido a la alteración de las proporciones corporales. Pero se debe destacar que las disarmonías que se producen, afectan a los jóvenes en diferentes intensidades, dependiendo por ejemplo del sexo y de la diferencia constitucional. Esta es una fase de transformación y desfiguración. A su vez, esta disarmonía corporal se traduce en una disarmonía de la configuración motora, tanto de la conducta inconsciente como de la consciente; se da un desequilibrio en los gestos, una descomposición de los movimientos. Tropiezan con sus propias piernas, no saben dónde colocar sus manos. En el hombre comienza el cambio de voz. Característica de esta etapa es la alternancia entre polaridades, por ejemplo: travesuras-relajamiento, osadía-timidez, etc. Se produce un desarme de la conducta, una desorganización de la actividad, de las fuerzas. Se presenta una tendencia al comportamiento negativo y extremo, por lo que se ha designado a esta etapa "edad de la obstinación". Los hombres se inclinan a la irritabilidad y las mujeres a la falta de iniciativa y negativismo. La inestabilidad, negativismo y laxitud llevan a una baja preocupante en el rendimiento escolar y hacia la familia. Los jóvenes tienden a una mayor fatiga psicofísica. Se debe evitar el exceso de trabajo en esta edad; ya que además, el niño presenta una labilidad neurovegetativa. Se produce una desintegración y transformación psicológicas, ya que el joven debe aprender a lidiar con dos tendencias: la de niño mayor y la de pubescente. Se acrecienta la importancia del despertar sexual. Se contraponen una activa extraversión y una introversión pasiva. El desequilibrio interior que se produce, no se da de la misma forma en todos los jóvenes, dependiendo de los tipos constitucionales armónicos, del medio ambiente, etc. Es una fase de cambio en la estructura psíquica. Se da una transformación del pensar intuitivo concreto en pensar abstracto; una mayor facultad de abstracción. Se abre el mundo de lo posible, se relaja la facultad de concentración. Se desarrolla el pensar técnico-constructivo como una forma particular de talento técnico, además de la memoria lógico-discursiva. Existe un gran desarrollo de las representaciones y de la memoria intuitiva; se presentan fenómenos eidéticos en un alto porcentaje de éstos jóvenes. Encontramos muy a menudo la conducta del fantaseo, cuyos resultados son celosamente guardados por sus creadores. La fantasía permite la fácil satisfacción suplente de los deseos frustrados, ya que la realidad le exige mucho o no le permite realizar ciertas acciones. Sobre los impulsos, se presenta una inquietud instintiva, no se sabe lo que se quiere y se da una avidez de experiencia además de una inclinación a la exageración y un aburrimiento extremo. En el caso del impulso sexual (el cual es denominado "fuerza demoníaca" por Remplein), se desarrolla la líbido y un deseo indiferenciado de placer. Se presentan apetito e interés sexual. En el hombre, el impulso se da de manera más cruda que en la mujer, en la cual el deseo sexual no es frecuente(¿); y que por lo demás, tiende a unir lo sexual con necesidades anímicas y vivencias psíquicas. El o la joven rechaza al sexo opuesto, pero al mismo tiempo siente una tremenda curiosidad hacia él.. Con relación a la iniciación sexual, se impone miedo y consternación ante la responsabilidad. La iniciación sería necesaria para ayudar al joven a "encontrar su camino". Debe ser paulatina y profunda, remarcando la importancia del amor en lo sexual. Dado que la tensión psíquica llega a su límite, se desahogaría mediante la masturbación, la cual más allá de esta edad es condenada como inmoral (¿), lo cual daría paso a sentimientos de culpabilidad por parte de quien la practica. Sobre la homosexualidad, que en este texto es tomada como una desviación, una conducta sin amor ni sentimientos entre quienes la practican, el educador puede tener un papel de "encaminador". En el prepúber se desarrolla un afán de emancipación y libertad de los padres; se presentan conflictos serios en el seno familiar, si es que este existe. Cada sexo reacciona de diferente forma a este punto. Debe presentarse una educación mediadora, perseverante y coherente. Existe una gran discrepancia entre el mundo exterior y el interior del joven; Contradictoriamente se producen afanes de convivencia, compañía y de una introversión pasiva con tendencia al aislamiento. Los jóvenes intentan hacerse ver y valer. Si los padres o la persona a cargo del joven pierde el control sobre éste, el joven puede caer en extremos como huídas, crimen, vagabundeo suicidio, extravíos, asesinatos, etc. El joven comienza a interesarse en actividades como el coleccionismo, la cual realiza rigurosamente. Se desarrolla un "querer" sin directriz, expresado en una mayor voluntad de acción. Se presenta una propensión al miedo, el cual se disfraza de arrogancia y osadía. Aumenta la predisposición a las emociones y a la obstinación; la sensibilidad, vulnerabilidad e irritabilidad. La vergüenza está relacionada con acciones que se consideran "prohibidas e inmorales"; afectando principalmente a las mujeres, por lo cual "debe fomentarse el sentimiento de pudor". Se desintegra el mundo valorativo infantil para dar paso al de la madurez, por lo tanto se toman las normas valóricas aplicadas por los adultos. Los valores serían subjetivos y lábiles en esta etapa. Comienza a aparecer la conciencia personal. En relación al sentimiento religioso, se tiende a desarrollar uno personal, ya que la incomprensión por parte de los padres, asumida por el joven, lo llevaría a acercarse a Dios. De: Nicolás Hernández.

COMENTARIO: lo que nos plantea este documento es bastante cierto nosotros como adolescentes vivimos ya hace bastantes años este periodo y me doy cuenta que las características mencionadas son bastante acertadas por lo menos en mi caso hace años y en el mis primos que se encuentran en este periodo su comportamiento es similar al mencionado en el documento anterior.


atte: Fernando Paredes

sábado, 22 de octubre de 2011


En esta subetapa de la vida (10 a 12 años aproximadamente) es donde comienzan a apreciarse los primeros y quizá más bruscos cambios en la constitución física y en la personalidad del joven.
Las manifestaciones conductuales típicas son: cambios bruscos en el ánimo, irritabilidad, hipersensibilidad y bipolaridad entre introversión y extroversión; en términos generales, una personalidad que se muestra desintegrada e inestable.
Lo que hace más llamativos los cambios de esta etapa es precisamente el contraste con la etapa anterior (edad escolar) en que la personalidad del niño y su configuración física son muy estables y predecibles.
Es la fase inicial de la adolescencia, donde se inicia la desintegración de la personalidad.
Coincide con cambios biológicos, hormonales, musculares, lo que genera impulsos sin orientación. Se da el segundo cambio de configuración corporal (dura entre dos y dos años y medio). La desestructuración estaría dada por procesos de maduración orgánica. Aparecen los rasgos sexuales secundarios. Cualquier retardo en lo biológico tiene importancia para el mismo joven, para su salud mental y autovaloración.
Como consecuencia, el prepúber:
Se aburre con las cosas que hace. La mayor preocupación en su propio yo en esta etapa hace que se centre en lo físico, en sus propios cambios corporales.
Por los cambios en las proporciones corporales se ponen torpes.
El pensamiento, pese a ser subjetivo y variable, tiende a lo objetivo, pero aún es variable.
La prepubertad, en general, es una fase crítica. Se da entonces una desorganización del pensamiento, la personalidad y el comportamiento.
Físicamente es egocéntrico.

Estas definiciones me parecen muy acertadas ya que yo (Hjalmar) tengo un hermana de 10 años y en ella ya se están empezando a dar todos estos cambios, como por ejemplo, Aburrirse de lo que hace, una mayor preocupacion de su apariencia fisica, tambien de como su familia se comporta frente a sus compañeras y amigas, etc.


ATTE: Hjalmar Carvacho

viernes, 14 de octubre de 2011